Casting Hermione J. Granger

Notó ese suave cosquilleo de la aparición recorrer todo su cuerpo, extendiéndose por cada célula de su piel y erizando su vello, que ya de por si parecía imitar las espinas de una feroz rosa, pues un frío viento helado recorría la isla inglesa sin piedad. Una brisa movió su túnica, haciéndola ondear en sus pies, mientras ella alzaba la vista hacia el edificio que se alzaba delante de él, magnánimo y poderoso. El crepúsculo teñía de un tono dorado rojizo las paredes de piedra del lugar, dándole un toque más cálido que se perdía completamente durante la oscuridad de la noche, la cual dotaba de sombras al lugar. El sol, juguetón, regalaba unos últimos rayos de sol al día, antes de ir a esconderse bajo montañas para dejar paso a su hermana Luna, la cual intentaría eliminar, con pésimo resultado, las sombras nocturnas con su plateado brillo.

Hermione aprovechó los últimos minutos de luz diurna para contemplar el campus de la universidad mágica, antes de dirigirse hacia el interior. Ni la verde hierba característica del país inglés, ni el viento, que arrancaba quejidos de las hojas de los árboles, ni siquiera el ruido de sus menudos pies impactar contra el rocoso suelo, despertando ecos que se perdían en el ruido ambiental, eran capaces de sacarla de sus pensamientos. Una mirada canela, ausente hacia el exterior, y unos labios rojizos a causa del carmín, contrastando contra la pálida y nívea piel, eran lo que mostraba de puertas afuera, con un aire tranquilo y sereno. En su interior, pero, un volcán de emociones navegaba por su mente, intentando hacerse el mando de su autocontrol. Muchas cosas habían pasado en la comunidad mágica y ella, como Jefa de Relaciones Muggles, tenía el deber de comparecer. Las noticias corrían rápido, pero por suerte, seguían silenciosas y exclusivas al ambiente del Ministerio, dónde la gente iba de un lado a otro intentando buscar una solución. Los ataques de muggles a lo largo de la historia habían sido muchos y variados, pero no se sucedían desde tiempos de la inquisición. Ahora parecían más fuertes y más decididos a hacer daño y con sus nuevas tecnologías eran capaces de provocar mucho más mal que sus antepasados medievales. Hermione suspiró inaudiblemente al pensar en todo eso. Su opinión sobre el tema era firme, una opinión pacificadora que pensaba llevar hasta el extremo. Sus padres mismos habían sido muggles y conocía el miedo a lo desconocido que podía provocar, pues ella misma lo había vivido con sus padres al recibir, hacía ya veintiséis años, la carta que le informaba de su aceptación a Hogwarts. Ahora, la situación era muy diferente y pese a su sangre sucia, había algo que la movía más allá de su sentido extremo de la igualdad y la justicia, pues había algo más importante que los derechos muggles o su propia vida; su familia. Tanto Ron como sus dos hijos, Rose y Hugo, acudían a la universidad de Valais, dónde sucedían los hechos y por tanto, estaban más expuestos a ese grupo de extremistas humanos.

Un nuevo suspiro escapó de entre sus labios, esta vez provocando una sonoridad leve. Su aliento se volvió vaho a causa del frío, formando una pequeña nube que se alejó, desintegrándose entre el aire. Se colocó bien el sombrero y entró en el lugar, notando la diferencia de temperaturas, pues en el interior reinaba una cálida atmosfera. Su destino, el despacho del rector, dónde iban a unirse varios miembros del Ministerio y la universidad para hablar de la situación y dónde ella expondría su versión pacifista. El temor se volvía decisión en sus venas, que hacían burbujear su sangre de ese sentimiento poderoso, pues como decían los sabios, nada es capaz de superar la fuerza y heroicidad de una madre.

Casting Aceptado

El personajes es tuyo, supiste desarrollar muy bien la situacion y controlar las emociones caracterisiticas del personaje.
Recuerda que solo tiene 48 horas para hacer ficha y todos los registros
Procura ser activa y divierte (: